Milei encuentra el antídoto contra la inflación en Argentina: cómo funciona y qué efectos secundarios oculta

Javier Milei ha encontrado el antídoto contra la inflación en Argentina. El economista argentino está aplicando una antigua receta para cocinar el antídoto con el que está logrando una reducción relativamente rápida del descontrolado crecimiento de los precios. La receta es sencilla, lo complicado es tener el ‘valor’ para aplicarla: recortar el gasto público y ordenar el balance del Banco Central de Argentina casi de golpe y porrazo, para poner fin a un círculo vicioso de emisión monetaria para financiar el déficit público y pagar los intereses de los pasivos del banco central (el Banco de Argentina creaba grandísimas cantidades de dinero solo para remunerar los pasivos). ¿Por qué hay que tener valor para aplicarla? El problema o riesgo es que como casi todos los antídotos o medicamentos suelen tener efectos secundarios. En este caso, el más habitual es una fortísima recesión económica.

¿Por qué obsesiona el superávit fiscal a Javier Milei si sabe que va a destrozar la economía? Cuadrar las cuentas públicas y recuperar la confianza del mercado resulta casi imprescindible para lograr un crecimiento sano y sostenible en el medio plazo, aunque la caída inmediata de la economía sea brutal. Lo que venía pasando hasta ahora se puede comparar a lo que sucede a un hámster en una rueda que no para de girar:las opciones son o seguir rodando hasta el desfallecimiento o intentar parar a riesgo de sufrir una peligrosa caída. Hasta ahora, Argentina había optado por seguir corriendo en la rueda, además cada vez más deprisa. Pero la llegada de Milei supone un giro de 180 grados, una ‘terapia de shock’ como dicen desde BNP Paribas, que va a infligir gran dolor a corto plazo, según destacan los economistas de Allianz.

Los economistas de la aseguradora alemana lo resumían a la perfección en una nota reciente: La administración de Javier Milei está tratando de abordar los desequilibrios fiscales crónicos de Argentina a través de medidas de austeridad fiscal y esfuerzos para reforzar la posición externa del país. Alineadas con la ideología libertaria de Milei, las medidas propuestas incluyen reducir los subsidios al sector público, reducir el empleo y la inversión públicos e implementar reformas fiscales (reducciones del impuesto sobre la renta y del IVA). Las iniciativas de consolidación fiscal están a punto de ganarse el favor del FMI, que elogió las «acciones iniciales audaces» de la administración y consideró el nuevo paquete como una base para futuras discusiones para realinear los programas existentes.

«Por ahora, estas medidas parecen estar dando resultados: el país comenzó el año con varios superávits presupuestarios mensuales consecutivos, lo que sugiere que se podría apuntar a un superávit primario para el año. Cabe señalar, sin embargo, que una gran parte del ajuste del gasto primario se debe a una reducción de los pagos de pensiones y de los salarios, y que realizar más recortes del gasto puede resultar difícil, dado el actual escenario estanflacionario y la alta tasa de pobreza», avisan los expertos de la aseguradora alemana.

El dolor ya se está sintiendo. La economía de Argentina está sumergida en una profunda recesión económica que, por ahora, está agravando los problemas que venían sufriendo los argentinos: riesgo de pobreza, caída de los salarios reales, menos recursos públicos… Sin embargo, también es cierto que los resultados están, quizá, apareciendo antes de lo esperado. La inflación en Argentina está moderándose a gran velocidad. La inflación mensual ha pasado de crecer a una tasa del 25% en diciembre de 2023 a avanzar a un ritmo del 4,2% en mayo, el nivel más bajo en más de dos años. Este logro es en parte producto el drástico recorte del gasto público en términos reales y de las expectativas que están generando las reformas prometidas por el Gobierno de Milei.

Pese a todo, ahora mismo, la economía de Argentina se encuentra todavía en UVI y nadie sabe si saldrá de ahí. Sin embargo, esta dolorosa terapia de shock parecía la única esperanza para salvar al paciente. Solo el tiempo dirá si las políticas radicales de Milei sirvieron para reanimar al paciente o para acabar con su vida.

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