El salto mortal del BCE para bajar los tipos al 1% en 2025

  • BCA Research contempla un tipo terminal de entre el 1% y el 1,5%

  • El crecimiento se presenta muy débil y la inflación vuelve al redil

  • Esta dinámica abre la puerta a bajadas de tipos de 50 puntos básicos

El Banco Central Europeo cumplió este jueves con lo prometido. La que en un principio iba a ser una reunión de transición terminó siendo el anuncio de otra nueva bajada de los tipos de interés oficiales y dio continuidad a lo que parece una auténtica cuesta abajo para el ‘precio del dinero’. Tanto es así, que el euro siguió corrigiendo contra el dólar (el mercado espera que el diferencial de tipos se siga ensanchando) y algunas voces del mercado han empezado a hablar de algo incluso más sorprendente: un ‘salto mortal’ del BCE -hasta hace no tanto se ponía el foco en unos tipos estructuralmente más altos en un ‘nuevo mundo’ más inflacionario– que haga que los tipos pueden caer hasta el 1% para finales de 2025, lo que supondría anunciar recortes de más de 200 puntos básicos entre lo que queda de 2024 y finales del año que viene. La debilidad de la economía europea y la potente desinflación están provocando un movimiento intenso en las expectativas. Ahora sí, el BCE tiene margen para bajar tipos e intentar estimular la actividad económica, siempre y cuando la inflación no dé un susto por el camino.

El BCE rebajó este jueves los tipos en 25 puntos básicos. Los tres tipos de interés clave se quedan de la siguiente forma: la tasa de depósito (donde los bancos acumulan su liquidez) cae al 3,25%, el tipo principal de refinanciación en el 3,40% y la facilidad de crédito (ventanilla de emergencia) en el 3,65%. En cuanto a la rueda de prensa, Christine Lagarde, presidenta del organismo, dejó bastante claro el forward guidance (futuro de los tipos): «No nos comprometemos a seguir ningún camino con los tipos de interés». Esta frase, junto a la casi obsesiva defensa de la dependencia de los datos entrantes, resumió la comparecencia de la banquera gala. Entonces… ¿por qué ese 1% y cuál es el camino hacia él?

El hecho de que Lagarde no se esforzara mucho en combatir las expectativas del mercado de agresivos recortes en adelante durante su comparecencia de prensa, como apunta Anatoli Annenkov, analista de Société Générale, y que la decisión fuese unánime -ningún halcón votó en contra- instaló un halo dovish en torno a la reunión pese a la cerrazón de no comprometerse con una senda determinada de recortes. Ahora mismo, los operadores descuentan un tipo de depósito cercano al 1,75% para finales de 2025, nivel que ya estaría por debajo del psicológico 2% que se ha venido discutiendo como tipo terminal de este ciclo de bajadas. Unos niveles que ‘compran’ destacados analistas como Konstantin Veit, de Pimco: «Un tipo terminal en torno al 1,85% para el segundo semestre del próximo año nos parece razonable». Sin embargo, ese nivel hasta puede quedarse ‘corto’ ante el anémico crecimiento y el sólido viaje de la inflación hacia abajo.

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Mathieu Savary, economista jefe para Europa de BCA Research, en declaraciones al elEconomista.es, da altas probabilidades a que los tipos de interés de la zona euro caigan hasta el 1% durante 2025. No es un escenario extremo, es el escenario base de esta casa de análisis canadiense que bebe de una realidad que se va abriendo paso: el banco central tendrá que hacer todo lo posible para estimular la parcheada economía de la eurozona.

Savary calcula que el tipo de interés real neutral (el tipo coherente con el objetivo de inflación y la economía funcionando a su máximo potencial) está cerca del 0%. De modo que, si la inflación se mantiene en los niveles actuales, el BCE debería mantener sus tipos cerca del 2%, pero si los precios se moderan aún más, el BCE tendrá margen para bajar los tipos por debajo de ese nivel.

«Nuestras estimaciones del tipo de interés real neutral para la eurozona se sitúan en torno al 0%, lo que coincide con las propias estimaciones del BCE. En términos nominales, esto nos da un tipo de interés neutral de aproximadamente el 2%. Como la economía está débil, la inflación se está suavizando y las tensiones en Francia crean un riesgo para la estabilidad financiera, esperamos que el BCE recorta los tipos por debajo de ese tipo neutral. Por lo tanto, prevemos que el tipo de interés de depósito del BCE se situará a finales de 2025 en algún punto entre el 1% y el 1,5%«, remata Savary.

Este economista argumenta su previsión apuntando al impacto que pueden tener unos tipos más bajos sobre una economía que amenaza con ‘caerse a cachos’. Aunque en los datos de PIB de la eurozona se está apreciando más un estancamiento que un desplome y el BCE aún confía en un ‘aterrizaje suave’ de la economía (expresión muy americana que ayer recogió la propia Lagarde), lo cierto es que las perspectivas no son halagüeñas. Alemania, tradicional locomotora económica de Europa, se dirige hacia la recesión en medio de un marasmo industrial en un mundo que no es el mismo que antes del covid. Francia, el otro gran baluarte de la eurozona, atraviesa sus propios problemas políticos y fiscales. El remate llega de un incierto escenario global: China no acaba de arrancar y queda por ver cuánto aguantará la resiliencia de EEUU.

Fueron los indicadores adelantados de actividad (los PMI) de septiembre los que dieron la voz de alarma, con un retroceso que redobló la presión sobre el BCE para que se preocupase más por el crecimiento y no tanto por una inflación que ya incluso ha llegado a bajar del objetivo del 2%. Si el recorte de tipos ‘jumbo’ de la Reserva Federal de EEUU empujaba al BCE a recortar más rápido, los PMI abrochaban el relato. Esas notas se percibieron en torno a la reunión del banco central este jueves.

«El mapa de riesgos del BCE parece empeorar ligeramente, con una lista en la que sube un peldaño el deterioro de la confianza de hogares y empresas y sus posibles consecuencias tanto sobre la actividad como sobre la inflación», constata Adrià Morron, economista de CaixaBank Research. «Con el actual impulso negativo de la economía de la eurozona, vemos una trayectoria más débil para la economía de lo que el BCE había previsto», ahonda Carsten Brzeski, analista de ING.

Savary explica que «unos tipos más bajos ayudarán al crecimiento. Los niveles de deuda del sector privado han disminuido significativamente en los últimos años y sus tenencias de liquidez (tanto depósitos como activos financieros) han aumentado. Este es un conjunto perfecto de condiciones para una política que en última instancia resulte en un crecimiento más fuerte. Sin embargo, tampoco podemos ser ingenuos. La tasa de política monetaria sigue estando muy por encima de la neutralidad y la política ahora mismo afecta al crecimiento (está lastrando la actividad económica). Por lo tanto, serán necesarios muchos más recortes y algún tiempo adicional antes de que la economía responda a las tasas más bajas. Pero hay señales de que así será», señala este experto.

 

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